jueves, octubre 16, 2008

17. Mi corazón marinado alegrando la carne asada... (10.03.08)

Todos en el jardín, comiendo, riendo, y yo, entre el humo de la carne asándose, pensando en sacarte de mi vida.

Por un instante quise llorar, pero logré controlarme. Sólo pensaba en ti, tan lejos de mí.

No habíamos hablado en mucho tiempo, mi corazón empezaba a sentirse inseguro, recordar lo que dijiste me llena de rabia, no creo que te importe más si estoy bien o no, no creo que te importe más si estás bien o no, no creo que te importe más nada.

Siempre fuí fiel, aún estando lejos, no entiendo por que dudas hoy de mí, te amé con todo mi ser, pero no permitiré que dudes así, de esa forma tan absurda.

Hoy mi amor por ti se desmoronó como una estatua de arena con el paso del tiempo.

Ya me harté de esperarte cada vez que tienes que desaparecer por algún “motivo”.

Hoy, entre el humo de la carne asada, he decidido a olvidarte, a arrancarte de mi, a quitarme las uñas si es necesario para no escribirte más.

Empezaré por cambiar contraseñas, mi número de teléfono, mi manera de amar, el color de mi cabello, el de mis labios, mi manera de amar, mi guardarropa, la ubicación de nuestra/mi cama, mi manera de amar, las cortinas y el color del cuarto… nada me hará regresar a ti.

Borraré de mi calendario, el día del aniversario, el día de tu cumpleaños, el día que te amé por primera vez….

Cerraré aquel libro que solía leerte antes de dormir, usaré en cada nueva cita aquel perfume que te volvía loco, besare a mil sapos antes de intentar convertirte de nuevo en mi príncipe.

Escupiré cada una de tus fotos, me reiré de tus desgracias, comeré y vomitaré tus cartas, pues hoy, ya no existes más en mi vida.

Serás solamente el recuerdo de lo más angustiante que pueda haber sentido jamás.

Si, así como lo oyes, ya no hay mas te amo…
Si, así como lo oyes, desaparece…
Sí, así como lo oyes, no regreses nunca pues solo estará el recuerdo de lo que perdiste.

Dejé de pensar un minuto y me dí cuenta de cómo me había acostumbrado a dar por cumplir tus caprichos...

... ¿no more tears to cry?

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